El fin de semana, una palmera recibió la energía de un rayo, con las consabidas consecuencias. Ahora le toca a la Municipalidad de Heredia la corta de la misma.
Ojalá, no lleguen las ocurrencias de "dejar un tronco de metro y medio para petrificarla y poner una plaquita para que las nuevas generaciones la recuerden", como ocurrió con la Araucaria del Parque Central. ¡Ya ni se acuerdan de esa promesa!
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